Es una niña
Busca refugio
y esperanza
Antiguos mosaicos
Bronce, piedra y mármol
inmutables
Imágenes de un Cristo hombre
misericordioso
y agobiado
Desde los altares
con ojos que reservan
apacible distancia
los santos vigilan
Sus cabezas inclinadas
como si escucharan
La niña aferra el miedo
y la fe
Velas proyectan
luces sigilosas
y destierro
Padre nuestro que estás en los cielos
Dios te salve María llena eres de gracia
La madera gastada raspa las rodillas
La mano aferra el ícono
de la gracia lejana
y el milagro
El silencio se ahonda
Nadie acude al llamado
La soledad siembra
Es muy frágil para conocer
la indefensión del hombre
Cree, igual que cree en los mil cuentos
que le contaron
Después vendrá la comprensión
la ausencia
El alma íntima
aún susurra
Ángel de la guarda
dulce compañía
Si dios no existe
la inocencia que fue
lo seguirá inventando
más allá del mundo absurdo